-¡Oh
no! ¡Qué horror!- dijo Salva aterrorizado.
Seis
horas antes, estaban en el autobús tranquilos hablando y cantando
entre ellos. Cuando llegaron a Córdoba vieron la Mezquita. Se
llevaros mucho tiempo allí viéndola. Edu, que por cierto, le
encantaba la Mezquita, no paraba de decir que sentía que algo malo
iba a pasar. Salieron de la Mezquita, y se fueron a comer y les
dejaron tiempo libre.
Después
de la visita a Córdoba volvieron al autobús a las 6. Pero justo
antes de salir, Antonio se dio cuenta de que Edu faltaba y fueron a
buscarlo pero nada, no lo encontraban por ningún lado. Una hora más
tarde, a don Rafael le llegó una llamada de un número que él no
conocía. Eran unos secuestradores que habían secuestrado a Edu.
-¡Oh
no! ¡Qué horror!- dijo Salva aterrorizado.
Tardaron
más de 2 horas en poder averiguar donde se encontraba Edu y eso
gracias a la policía. Eran ya las ocho y media de la noche cuando
fueron al lugar indicado por donde la policía dijo que estaba Edu.
Allí lo vieron: estaba asustado y con las manos y las piernas
temblando y amarradas a la pata de una silla, y con la boca tapada.
La policía detuvo a los secuestradores que eran dos jugadores del
Córdoba. Pero la gran noticia fue que Edu estaba sano y salvo. Fue
una jornada muy peligrosa y terrorífica la que vivió Edu. Aquella
tarde no se le olvidará más nunca.
ok
ResponderEliminar